Hotel Esperia, un Patrimonio en resistencia

Hotel Esperia nació el 17 de junio de 1934 como uno de los proyectos más ambiciosos y prósperos de Puerto Colombia, fruto de la visión de Ángelo Bonfanti, inmigrante italiano, cuyo ingenio y amor por el Caribe dieron origen a uno de los patrimonios históricos, culturales y arquitectónicos más importantes de la región. Durante décadas, Esperia fue sitio de gran confluencia gracias a su innovadora arquitectura; sus 24 habitaciones; la calidad gastronómica, tanto internacional como nacional; los bailes—en donde destacaban el jazz, el porro y la cumbia—; y, por último, la célebre terraza marina, construida sobre el mar y revestida con baldosas transparentes, testimonio vivo del espíritu innovador de Bonfanti y de una época en que el municipio abría sus puertas al mundo.

Personalidades destacadas

Durante décadas, Esperia fue punto de encuentro de destacadas personalidades nacionales. Figuras históricas como el caudillo Jorge Eliécer Gaitán, el Nobel Gabriel García Márquez y presidentes de la talla de Alfonso López Pumarejo hallaron en sus instalaciones un refugio de tranquilidad.
Las tranquilas aguas de Esperia eran reconocidas entre los turistas que venían de vacaciones. Lunas de miel, cumpleaños y agasajos representan la rica historia, tradición y cultura de este bien patrimonial, que ha marcado la historia de Puerto Colombia y lo seguirá haciendo, a pesar de las diferentes estrategias que desean permear sus predios y calles.

Un progreso empañado por intereses políticos

A pesar de poseer características patrimoniales y ser un hito histórico del municipio, Esperia ha sido uno de los más afectados por los diferentes mandatarios de turno, quienes han ido socavando la memoria porteña; apropiándose de espacios privados para uso público sin autorización, en lo que se podría categorizar como un allanamiento al patrimonio histórico y cultural de Esperia y, por ende, del municipio de Puerto Colombia. Cabe resaltar que, hace poco, se realizó la venta de la Carrera 9A (leer más)—perteneciente a espacio público y al hotel—, además de la adjudicación de bienes públicos para empresas privadas por parte de la alcaldía de Puerto Colombia, obstruyendo el paso peatonal y perjudicando a la comunidad.

Aniversario en medio de ruinas

En agosto de 2025 se cumple el primer aniversario del Muelle 1888, un centro gastronómico que alberga a más de 18 restaurantes de cocinas internacionales y que, según palabras del Gobernador, era una apuesta al desarrollo turístico de primer nivel. No obstante, la población disconforme evidencia, a través de fotografías y videos en redes sociales, el evidente abandono detrás de este centro gastronómico y del “renovado” malecón: obras inconclusas, nulo mantenimiento, hierbas sin podar, charcos y alambres sueltos que pueden generar una emergencia para quien transite por allí.

Es relevante resaltar que, un mes después de su inauguración, en septiembre de 2024, los comerciantes del Muelle 1888 fueron víctimas de llamadas extorsivas, un flagelo que no da tregua en el área metropolitana de Barranquilla y que ha obligado a miles de empresarios a cerrar sus negocios. El actual gobernador sigue los lineamientos de la anterior mandataria: inaugura obras, pero deja otras inconclusas, permeando predios que no corresponden a su jurisdicción.

Esperia ha logrado la prolongación de sus predios e historia frente a la insistencia de la actual gobernación en destruir y apoderarse del espacio del hotel. Ahora, en la carrera 8 con calle 2, se ha cercado y prohibido el paso a los peatones. Los mandatarios locales atentan contra la naturaleza, el patrimonio y los habitantes, todo esto gracias a deficientes planificaciones viales y estructurales que enriquecen bolsillos propios, pero socavan el gran aporte cultural del hotel a la región.