La maquillada de obras públicas en el Atlántico

En el departamento del Atlántico, y especialmente en Barranquilla, la contratación de obras públicas se ha convertido en una competencia desigual que favorece a unos pocos y perjudica a medianas y pequeñas empresas. Detrás de un aparente marco legal, la corrupción se esconde bajo el amparo de la Ley 80, el estatuto de contratación estatal.

La Ley 80 establece en su Artículo 32 que la interventoría de una obra debe ser contratada con una persona independiente, sin vínculos con la entidad contratante ni con el contratista. Sin embargo, en la práctica, esta disposición parece ignorarse.

Un ejemplo claro es la llamada “EMPRESA E”, una compañía que, en el papel, se dedica a macroproyectos de desarrollo urbano y cumple con todos los lineamientos legales. No obstante, múltiples denuncias y reportes —incluyendo quejas de la Sociedad Colombiana de Ingenieros— señalan que esta empresa mantiene vínculos estrechos con el Distrito de Barranquilla y el sector privado, obteniendo contratos millonarios bajo procesos poco transparentes.

Según ConfidencialColombia, la Gobernación del Atlántico destinó 162 mil millones de pesos para obras pequeñas en parques y espacios públicos, recursos que podrían haber impulsado a pequeñas firmas de ingeniería. Sin embargo, en lugar de distribuirlos, se contrataron más de 5 mil millones con la “EMPRESA E” para administrar un proceso de selección que terminó con un único oferente… que, por supuesto, ganó la licitación.

Este tipo de maniobras legales —aunque “ajustadas” a la ley— anulan la competencia real, impidiendo que empresas pequeñas crezcan y fortaleciendo un sistema de favoritismo.

El caso también se relaciona con el Hotel Esperia, que ha denunciado intentos irregulares de compra presuntamente vinculados a la “EMPRESA E”. Aunque los dueños nunca quisieron vender, se movieron contratos y procesos llenos de irregularidades que generaron desconfianza.

La corrupción, normalizada y maquillada bajo formalismos legales, sigue debilitando las oportunidades justas para quienes no forman parte del círculo de poder. Desde Esperia asumimos la responsabilidad de exponer y analizar estos hechos, convencidos de que el silencio solo beneficia a quienes lucran de estas prácticas.

#NoMásCorrupción